conocer lo sensible

Porque él sabía lo que me hacía sentir bien.

Porque él sabía lo que me hacía reír.

Porque él podía entender lo que sentía sin que hablara.

Porque él sabía lo que pensaba y era mi cómplice.

Porque cuando lo perdí a el, perdí a mi abuelo, a mi padre, a mi cómplice de la vida.

Porque hay heridas que siguen estando a flor de piel mismo 33 años después de su partida. 

Y sigue doliendo, porque por mucho que te esfuerces, a veces los baches de la vida hacen que te acuerdes de esa persona en quien confiabas, y hace que veas las cosas más difíciles.

Lo de estar altamente sensibles es lo que tiene, por mucho que te esfuerces, algunas discusiones hacen que eches de menos a quien te daba tu apoyo. 

Y sobretodo es dificil perder a tu cómplice de vida a una edad en que lo necesitabas más que nunca. 

Por ti abuelo, sé que nunca hubiera querido irte tan rápido de este mundo. 

Siempre te recuerdo.

 


Comentarios

  1. Hay personas que han sido tan importantes en nuestra vida, que nunca se deberían ir. Por suerte, siempre tendremos unos buenos recuerdos...
    Gracias por compartir tus pensamientos con el mundo.

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